Amespa organiza una jornada de información sobre las consecuencias de una mezcla explosiva
La prohibición de fumar en los espacios de trabajo se limita a aquellos lugares cerrados y no a los abiertos, a los que se puede tener acceso durante los tiempos de descanso. Esto ha supuesto que el consumo de tabaco haya quedado al margen de la prevención, lo que trae consigo una falta de protocolos, de información y de medidas higiénicas. Esta situación de olvido, está ocasionando entre otras cuestiones, que las sustancias químicas del tabaco con las que quedan impregnadas las manos entren en contacto con sustancias propias del entorno laboral, cuya interacción empeora o acelera los síntomas de enfermedades profesionales o comunes. Asimismo en la actualidad se obvia la clara influencia negativa que las consecuencias directas del consumo del tabaco sobre la salud tienen sobre el desarrollo del propio trabajo.
Si a estas circunstancias se le añade la falta de estudios rigurosos de las profesiones feminizadas nos encontramos con graves problemas de salud en las mujeres, cuyo consumo de tabaco ha aumentado progresivamente en las últimas décadas tanto en asiduidad como en cantidad. En este contexto, el aumento del consumo de tabaco entre mujeres trabajadoras y su interacción en el entorno laboral están ocasionando, entre otros problemas, la aceleración de procesos de silicosis entre las mujeres que trabajan en panaderías, el aumento de la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón en actividades que requieren el uso de colas u otras sustancias químicas, empeoramiento o aceleración de la pérdida de movilidad articular en profesiones con movimiento repetitivos como frutería o charcutería. Asimismo, estas interacciones entre tabaquismo y entorno laboral empiezan a tener graves repercusiones sobre la maternidad, la lactancia y la propia fertilidad de las mujeres.
En este contexto y según Ana Murias, Secretaria General de AMESPA «Es un hecho probado que el binomio tabaco-entorno laboral desencadena mayores problemas de salud como el desarrollo de enfermedades profesionales en menor espacio de tiempo, o el aumento de bajas laborales. Sin embargo, tales circunstancias no se abordan desde una perspectiva de prevención laboral, sino como un problema de salud pública. Desde Amespa, entendemos que es necesario, dadas las graves consecuencias, informar tanto a las personas como a las empresas sobre los graves perjuicios que acarrea el tabaquismo asociado a la actividad laboral».
Por estas razones, la Asociación de Mujeres de Empresas de Economía Social de Asturias (AMESPA) ha organizado una jornada de trabajo sobre tabaquismo y entorno laboral. La jornada, tendrá lugar el próximo jueves 28 de noviembre en la Sala de juntas de Laboral Ciudad de la Cultura, en Gijón, a partir de las 16.30 horas y contará con una primera conferencia «El tabaquismo en el entorno laboral: consecuencia para la salud de las mujeres» a cargo de Alfredo González Panizo, médico especialista en medicina interna, de aparato respiratorio y en medicina del trabajo, tras esta primera intervención tendrá lugar una segunda conferencia a cargo de José Luis Coto Menéndez, médico pediatra quien abordará la interacción del tabaco y el entorno laboral en la maternidad y lactancia de las trabajadoras.
Las personas interesadas en participar en la jornada podrán inscribirse llamando al teléfono 985.35.98.17 (Ext 16) o en enviando sus datos al correo electrónico info@amespa.info.